Si tu respuesta es SI , es muy bueno, porque Dios te ama y quiere relacionarse de manera personal con vos para siempre.

El primer paso, reconocer que hay algo le separa de Dios: el pecado. Nosotros pecamos cada vez que no vivimos según la voluntad del Señor. De hecho, Romanos 3.23 dice: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios", el pecado es separación de Dios. No importa cuánto lo intentemos, no podemos salvarnos o deshacernos de nuestros pecados. Sabiendo esto, te contamos la buena noticia: Dios envió a su único Hijo, Jesucristo, para salvarnos. Jesucristo vino al mundo para mostrarnos el camino de salvación, vivió sin pecado, y luego murió en la cruz para pagar la pena por nuestros pecados y RESUCITO entre los muertos, mostrando que había triunfado sobre el pecado y la muerte para siempre.

Todo esto hizo Dios por nosotros, entonces ¿Qué debes hacer vos? Aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador en tu corazón. Romanos 10.9 dice: "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Entonces decile a Dios que estás dispuesto a recibirle y que sea Señor de tu vida para siempre. Podes hacerlos con tus propias palabras o repetir esta sencilla oración: Señor Jesús, te pido que perdones mis pecados. Por fe te acepto como Señor y Salvador, acepto que tu sacrificio en la cruz fue lo que me libera de mis pecados. Gracias por escuchar mi oración y por amarme de manera incondicional, dame la fuerza, la sabiduría para caminar en el centro de tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.

¡felicidades! has recibido a Cristo como su Salvador y ha tomado la mejor decisión de tu vida. Por esto es que queremos acompañarte en este nuevo camino, comunícate con nosotros de esta manera completando el siguiente formulario.